Falsa Grandeza

Seguro que tú también lo has hecho. E incluso ahora te sientes mal, pero es algo inherente al ser humano: sentirse único. Y lo importante es darse cuenta de que el mundo no se divide en dos: tú y el resto de la humanidad. Qué va. Somos esporas, células, restos de esperma que se han endurecido y vagabundean por la tierra con la superioridad de un Dios que se cree, no ya sólo disímil, sino también excelente, superior, grandioso. Pero no es así. No debes engañarte por más tiempo. ¡Abre los malditos ojos! Porque eres igual que el resto del mundo. ¿Nunca has oído eso de “siempre te encontrarás con alguien más alto y más fuerte que tú”? Pues también con alguien más guapo y con más amigos en el FaceBook que tú. Porque tienes que ser realista, y ya no vale convertir en virtudes tus defectos delante del espejo. Y ten cuidado, no peques de prepotente; no te rías del gordo atiborrado a hamburguesas del McDonald; ni señales al de los ojos saltones; ni al tipo ese que tiene el trasero de una señora; ni al que se pasa el día delante del ordenador sin parar de buscar tías en bolas en Google… Porque corres el peligro de hacer el ridículo. Porque seguro que tú también escondes algo. Vamos, pon los pies en la tierra. Deja de machacar a la gente para sentirte superior a ellos. Y admítelo: eres igual de prescindible que el resto de los mortales.

False Greatness - Joseph Merrick
Es cierto que mi forma es muy extraña,
pero culparme por ello es culpar a Dios;
si yo pudiese crearme a mí mismo de nuevo
me haría de modo que te gustase a ti.